Primera Carta de amor

Mi fiel amado:

   Como quisiera, que estuviera conmigo para protegerme del peligro, y del mundo moderno. Sin tí, mi alma vuela en el aire sin que nadie la atrapará.

   Mi amigo, mi confidente, mi todo, no pierdas la esperanza sabes que mi corazón es leal y fiel eso nunca cambiará. Hoy me desperté pensando en que podría hacer para ocupar mi tiempo, estaba indecisa no sabía si hacer siempre lo mismo todos los días o tan solo detener el tiempo para que cuando estemos juntos sea el más largo.

  No te rindas, siempre con la frente en alto y nunca estarás solo, puedes contar conmigo, sabes que te apoyo, cada vez que me necesites, seré la mano para que cuando caigas, allí estaré para ayudarte a ponerte de pie. Sigue adelante mi amor, solo hay una cosa que nunca debes olvidar, que te amo con todo mi corazón y mi ser.

  Quizás algún día podamos pasar el resto de nuestras vidas estando uno al lado del otro, se que esto parece ser una fantasía, pero si realmente lo deseamos podríamos tener ese final. Ya es de noche, y mis párpados desean cerrarse pero mi mente y pensamientos no, este es el momento en que trabajo mi cabeza para que estemos conectados. Mi vida, mañana será otro día, otro por el cual seguiremos unidos por el destino y la pasión.

  Quién iva a creer, que almas frescas y juveniles, dedicaría su tiempo al amor, al ser amado por el otro.

  Mi vida, se despide

                                             Tu Flor,

                                                                                                1, Marzo, 1900